×
Hace dos años obtuve una horrenda baja calificación en mi clasecita de física por lo que me había dispuesto a negociar con el profe pa'que me diera la oportunidad de entregar un proyectito especial pa'subir esa puntuación. Tuve que joderme mucho para convencerlo ya que este profe es muy estricto y no daba oportunidades. Yo tenía la ventaja de pertenecer al grupo Elite y ser la única en mi clase. Al grupo Elite nos permiten usar uniformes más cortitos las demás lo usan más abajo de las rodillas.
Acostumbraba a sentarme en los pupitres de atrás, lejos del alcance de la vista del profe, pues él es un pervertido bien bellaquito. Logré mis propósitos cuando me senté al frente, muy cerquitita de él. Crucé mis piernitas, dejando a su pervertida y depravada percepción mucho de mi muslaje, los movía rítmicamente para seducirlo y llamar su atención, eso lo descontroló excesivamente. Le dificultaba continuar con su clase pues clavaba su enferma mirada en mis muslitos. Fue cuando me percaté que había llamado su atención, a de que hice mi primer acercamiento. El profe se negó a darme mi proyectito, pero seguí insistiendo.
Durante 3 días repetí el mismo proceso hasta que en el 4to día me quedé más tiempo en el saloncito. El profe estaba nerviosito, con los ojos desorbitados, apretándose despiadadamente su salchicha venosa del amor. Repentinamente rodó su sillita hacia mí y disimuladamente tomó su regla y comenzó a frotarme mis gajitos con ella. Yo estaba incmoda, molesta. Pero me mantuve quietecita a ver hasta donde llegaba. Pasados 14 minutitos le reclamé referente a mis calificaciones, sin encomendarse y sin remordimiento, llevó su robusta mano hacia mi muslito y lo sobó frenéticamente, con una intensa lujuria.
Le indiqué que ése acto tenía un precio, sin mediar palabra el profe se arrimó a mi faldita y le dio brocha caliente a mis muslitos. Mientras los lambía desesperadamente prometió modificar mi puntuación. Terminó abruptamente ya, que manchó sus calzoncillos con sus fluidos bichales.
Al día siguiente revisé mis calificaciones, el muy cabroncito no había hecho la modificación. Así que fui a la sala de facultad, lo encontré, le reclamé, me evadió y entró en el baño. Lo seguí, el tipo buscó refugio en el cubículo del toilet.
Yo seguía insistiendo, el profe se molestó, abrió la puerta del cubículo, alcanzó mis muslitos y los sobó desesperadamente.
Me indicó: -Verifica si modifiqué tus calificaciones-
Sin darme tiempo a reaccionar, me sujetó por mi cinturita y me sentó en su falda. Su mamerro que estaba dispuesto a degustar gajitos, no encontró resistencia, se coló por mis panticitos y me clavó despiadadamente, con una horrenda furia. Intenté sin éxito liberarme de su atroz castigo. Durante 17 minutitos ése mamerro fue el verdugo de mi chochita. No estuvo conforme hasta que me bombeó casi medio litro de leche de macho profundo en mi intimidad. Ese día terminé adolorida, pensé que el muy cabroncito me había dejado con un fruto de su linaje, dos años han pasado y él me ha modificado unas 57 puntuaciones y no he quedado preñaíta.