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Mi adorada hijita ya tenía la edad para trabajar a tiempo parcial, así que la cité en la empresa en que trabajo. Buscaban una modelo para representar una nueva línea de productos y asumí que Sofi era la indicada.
Le indiqué que se visitera con decoro, no con esas micro falditas que ponen a los hombre eufóricos. Llegó Sofi como lo acordado a la empresa. Sofi se presentó vistiendo un traje apropiado, pero sin sostén, lo que provocaba que se marcaran sus pezoncitos como 2 hersheys kisses. Fui invadido por unas terribles ganas de reprenderla… de agarrar esas tetitas y vilmente chuparlas. Pero había que continuar.
Fuimos a la oficina del jefe, presenté a mi adorada hijita. Inmediatamente el hombre enclavó su vista hacia las tetitas y las piernitas de Sofi. Sentó a la nena en una banquetita, y le orientó sobre los requisitos; entre ellos me llamó la atención el 6to. La seleccionada debe poseer tremendas piernas.
Oportunamente me aproveché, le ordené a Sofi que se subiera su traje, coloqué mi mano sobre el muslaje tan deseable de mi hija, ella es muy arisca por lo que vi mi oportunidad de sobarla y disfrutarla.
Le mostré al jefe: -Mire este terso y lozano muslaje jefe, es suave como la seda, ¡pruebe!-
Sofi quedó en shock, pero como ella es una nena muy disciplinada y obediente, se quedó calladita y tranquilita. Eso inició un encendido pasional en mi ser.
El jefe tímidamente llevó un dedo y lo introdujo debajo de uno de los muslitos de Sofi. El hombre cayó en un trance, le dije a mi jefe: -toque, sobe, dele brocha, verá que mi nenita es la candidata no se arrepentirá-.
Así lo hizo, comenzó a sobarle vigorosamente el muslaje a Sofi, los ojos de mi jefe se torcieron, quedaron blancos por el intenso placer. -Pruebe su sabor, dele brocha jefe- le indiqué.
Sofi estaba con su mirada perdida, molesta, pero su disciplina es muy intensa para reclamar. Mi jefe se arrodilló al lado de ella y comenzó a lamberle los muslitos a mi hijita, le estaba dando una brocha bien babosa y caliente. Yo debía aprovechar y comencé a darle lengua al otro muslito.
Estuvimos chupando, besando y dando brocha durante 20 minutos. Seguido, el jefe solicitó probar las tetitas de Sofi, a de que le bajamos el tope del traje, dejando al descubierto esas paraditas, redonditas y firmes tetitas. Nos pegamos a ellas como dos poderosas ventosas. La euforia llevó a mi jefe a masticarle el pezoncito a Sofi, la cual gimió de dolor. -Suave jefecito, no me mutile a mi hijita- le reclamé.
Pero mi jefe estaba poseído por la lujuria, no escuchaba.
Se bajó la bragueta y se sacó su morronga, quería desesperadamente que mi nenita le ordeñara con su boquita su vástago del amor. Ese vástago es como un salchichón danés, tenía las perversas intenciones de ultrajarle despiadadamente y sin misericordia la gargantita a mi Sofi, es algo que acostumbra a realizarles a las modelos que emplea.
Sofi estaba terriblemente encabronada, pero conservando su serena y silenciosa postura.
Tuve que detener a mi jefe y reclamarle por el resultado de la entrevista. El hombre cayó en tiempo, Sofía fue contratada.
A la salida Sofi rompió el silencio -¿Qué clase de jodía entrevista era esa? ¡Sobándome y lambiéndome toíta! ¡Hasta tú te aprovechaste papi, como lo haces con tu hijita Alexandria!-
Le respondí: -Yo no me aproveché, solo le estaba dando confianza al jefe, pues estaba tímido- -¿Tímido? Si hasta quería meter su hedionda morronga en mi delicadita boquita y ultrajarme mis amigdalitas- Reclamó ella. -Tranquila mi hijita, mi bella Sofi, eso lo deberás hacer solo los días de cobro-