Laura
acontecimiento redactado.
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Estaba en la parada dispuesta a tomar el bus para regresar a mi casita, pero para mal, había dejado mi carterita en el colegio, osea, no tenía para el pasaje.
En la parada estaban estos 2 bellacos obreros de la construcción que no me quitaban los ojos de encima, tal vez haciendo cerebrito por lo cortito de mi uniforme.
Tomé ventaja y me dirijí hacia ellos explicándoles mi situación.
Ellos, con ese único degenerado resplandor en sus miradas, se ofrecieron a pagarme el viaje a cambio de los dejara manosearme todita.
Así que acepté y cuando llegó el bus, lo abordamos y nos dirijimos hacia la parte trasera lejos del resto de los pasajeros y antes de sentarme, antes de que el bus retomara la marcha, los 2 obreros de la construcción
llevaron sus robustas manos a mi mislitos y comenzaron a sobármelos frenéticamente.
Sin ningún remordimiento y despiadadamente, recorrían con sus lascivas manos desde mis batatitas, mis muslitos, hasta alcanzar mis nalguitas y frotarlas vigorozamente.
Ellos percibían que me estaba molestando un poco pues estaban bien desesperaditos, pero al parecer eso los exitaba mas y mas.
Yo quería sentarme pero me sujetaron fuertemente por mi cinturita para mantenerme de piĆ© mientras ellos disfrutaban.
El negro, subió mucho su pervertida mano por mis muslitos hasta que alcanzó mis panticitos y removió la protección que éstos me brindaban. Luego cruelmente introdujo 2 de sus ásperos y duros dedos profundo en mi intimidad.
Los metía y los sacaba sin compasión, provocando que mis juguitos chochales lubricaran esos 2 vástagos del amor.
El otro terminó de bajarme mis panticitos, me agarró fuertemente por mis caderitas y comenzó a darme brocha caliente y babosa entre mis nalguitas.
Así estuvieron disfrutando y gozando de mí hasta que el negro sucumbió ante una intensa bellaquera, ante una desenfrenada lujuria, que en pleno bus, se sacó su enorme carnosa y robusta morronga y quizo meterla despiadadamente por mi intimidad.
Tuve que safarme de ambos y bajarme antes de llegar a mi parada, si no esos 2 cabroncitos hubieran cometido un barbarismo conmigo clavándome cruelmente.
Sobando eufóricamente